Además del personal de su gabinete, directores, subdirectores y asesores especializados en varias materias, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente posee un ente específico donde su titular puede realizar consultas: el Consejo Superior Agrario.

Según la última orden de mayo de 2005 que regula su estatuto orgánico, se trata del «máximo órgano consultivo permanente, de carácter colegiado, del Ministerio de Agricultura, en las materias de su competencia, bajo la dependencia directa del titular del departamento». Su función es «asesorar al ministro y a los demás órganos superiores y directivos del departamento y de sus organismos autónomos sobre los proyectos, planes, estudios y propuestas de cualquier naturaleza que, en materia agraria, pesquera y alimentaria, les sean requeridos».

¿Una especie de «comité de sabios«? «¡Nooo!», exclama la actual presidenta del Consejo Superior Agrario, Encarnación Redondo, «ni un cementerio de elefantes, como nos han llamado a veces», explica a Lacriba.net antes de soltar una carcajada.

«Nuestro objetivo es aconsejar al ministro en todo aquello que nos pida, puesto que él es el único que nos puede encomendar trabajos», prosigue. Quizás, porque el titular de Atocha es el único que está capacitado para solicitar sus asesoramientos, el Consejo Superior Agrario es un organismo que, desde esta Legislatura, se encuentra ubicado a la derecha del ministro, —se puede comprobar en el organigrama del actual Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente—.

Redondo explica que este órgano asesor cuenta con más de un siglo de existencia, que se trata de un ente consultivo independiente y que está formado por diez funcionarios de carrera, «cualificados y con experiencia en cargos relevantes». Actualmente se reúne todas las semanas para revisar sus estudios y, en opinión de su presidenta «posee más o menos actividad en función de cómo y quién organiza el trabajo».

¿Y qué estudios ha presentado hasta la fecha? «Son temas y asuntos de interés del ministro que creo que no debo comentar», se muestra prudente Redondo.

Según la última reforma de su Estatuto —por el que se intentó procurar una mayor proximidad entre el Consejo Superior Agrario y los diferentes centros directivos que demanden su asesoramiento— el presidente de este organismo asume la categoría de un subdirector general y es nombrado directamente por el ministro.

El Consejo Superior Agrario, a la derecha del ministro

Encarnación Redondo, ingeniero agrónomo con una larga experiencia como funcionaria en la administración y también como política, primero en el Parlamento Europeo (donde  coincidió con Arias Cañete) y más tarde como alcaldesa de Soria, cumple este mes de marzo un año al frente del Consejo Superior Agrario. Tomó el relevo de su predecesor, Carlos Gómez Oñate, quien durante la primera legislatura de Elena Espinosa, fue subdirector general en Desarrollo Rural, entonces dirigida por Francisco Amarillo.

Finalmente, no hay que confundir el Consejo Superior Agrario con el Comité Asesor Agrario, órgano también consultivo del ministro, integrado por las principales organizaciones profesionales agrarias y que no aparece en el organigrama del actual Ministerio. La composición y funciones de éste último podrían verse actualizadas si se aprueba el actual Proyecto de Ley de representatividad del sector agrario al que el pasado mes de enero dió luz verde el Consejo de Ministros y que actualmente se encuentra en pleno proceso legislativo en el Congreso de los Diputados.

Escrito por Elisa Plumed

Periodista especializada en agricultura y alimentación.

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